La acogida es un proceso del área de Gestión de Talento, al que en ocasiones no se le otorga un lugar suficiente. No es exclusivo y propietario, pero sí es una responsabilidad de Recursos Humanos, confeccionar los pasos o itinerarios de los que habrá de componerse y la personalización en cada caso.
El proceso de acogida se salta o no se realiza adecuadamente o simplemente no existe o nunca se ha definido. En muchas ocasiones, es vivido como una pérdida de tiempo, ya que obviamente es una inversión de tiempo/dinero, un coste agregado ya que en este tiempo no está «trabajando» ya.
Viene a tener un punto en común con la planificación o la formación. Hay culturas centradas en el aprendizaje de prueba-error (es bueno según para qué momentos) que subestima un buen diseño de la acción formativa, que procura una buena base de conocimientos, además de partir de los niveles iniciales de cada grupo de interés y por el contrario prima darse cabezazos. Errar no es ni mucho menos malo, pero no es eficiente, cuando de lo que se trata es de hacer una transmisión de valores, cultura, información, etc. no estamos haciendo I+D, sabemos lo que buscamos.